AGALLA II, ‘amígdala’, ‘branquia, órgano que tienen los peces y batracios para respirar, consistente en una abertura a ambos lados de la cabeza’, ‘cada uno de los costados de la cabeza del ave’, ‘testículo’, ‘ánimo esforzado, arrestos’, origen incierto, emparentado con el gall. garla, cat. ganya, sardo ganga íd., que no es probable tengan nada que ver con AGALLA I; como el tosc. gangola significa ‘glándula’, es posible que todas estas palabras vengan del lat. GLANDULA, cambiado en *GANGLA y agalla.

1.ª doc.: 2.ª ac., h. 1400, Glos. del Escorial (agalla), de Palacio (galla); 1.ª ac., Nebr., Cervantes, Covarr.; 5.a ac., 1813.

Lo mismo que en la agalla del roble, puede asegurarse que aquí la forma primitiva fué galla, y la secundaria agalla, forma que ya se halla también en Nebr. y en el Quijote; de galla sale gallón ‘última cuaderna de proa’, llamada ganya en catalán (ganyota en el de Valencia: Escrig), por la semejanza que tiene con una agalla de pescado (V. el grabado en BDC XII, 92), y también cast. galludo ‘especie de tiburón’ [Canc. de Baena, p. 480].

En cuanto al origen de agalla ‘branquia’, la relación semántica con la agalla del roble está lejos de ser clara; sin embargo, agállara ‘agalla de roble’ en pueblos de Burgos es ‘agalla de pez’ (según G. de Diego, RFE IX, 148) y si sólo tuviéramos en cuenta el punto de vista semántico, sería en rigor posible identificar las dos palabras admitiendo que se compararon las branquias con las amígdalas del hombre y éstas con una agalla de roble; en efecto, esta parte del cuerpo del pez se ha denominado en muchos idiomas con el nombre de varias partes del cuerpo humano: fr. ouïe (alem. antic. fischohren, it. vg. precchie), propiamente ‘oreja’, ags. cîun (alem. antic kif, sajón ant. kinni), propiamente ‘mandíbula’, parmesano barbis propiamente ‘barba’; el cat. ganya ‘branquia’ significa ‘mandíbula’ en Alguer, y en los varios dialectos occitanos gaunha ‘branquia’ significa también, no sólo ‘mejilla’, ‘mandíbula’ y ‘lamparones’, sino además ‘glándulas salivales’. Sin embargo hay que renunciar a esta posibilidad semántica, pues sería inverosímil separar el cast. (a)galla del nombre de la misma cosa en los idiomas vecinos: gall. galra, garla, guélra (Limia, VKR XI, Glos; Cuad. Est. Gall. VI, 97), port. guelra1, leonés de Hermisende guerla (Kriiger, Homen. a M. P., II, 165), cat. ganya2, oc. gaunha3, Cagliari ganga. Salta a la vista la relación entre (a)galla y el cat. ganya, que no es ajeno al territorio castellano, puesto que gaña se emplea en Murcia, Segorbe y Aragón (G. Soriano, Torres Fornés, Borao); además el cast. gañiles designa las agallas y cuello del atún y las cuerdas vocales de otras bestias (Aut.), cat. ganyils [1772 y en Sanelo] ‘branquias’. Es difícil indudablemente explicar cast. agalla, cat. ganya y oc. gaunha por una sola base etimológica; quizá hubo cruce con otra palabra en alguna de estas formas, y desde luego no sería inverosímil admitir que fué el influjo de gauta ‘mejilla’ el que convirtió oc. *ganha4 en gaunha. Desde luego es imposible igualar el oc. gaunha, según se ha venido haciendo (Zauner, l. c.; Dauzat, Rom. XLV, 253), con el it. gavine ‘amígdalas’ (comp. gavigne ‘sobacos’), que desciende de una base *GABզNA, pues se opone a ello la diferente posición del acento5. Quizá sea posible explicar a un tiempo todas las formas romances: Cagliari ganga ‘agalla’ (Jud, Rom. XLIV, 116-7), tosc. gángola ‘glándula’ (tamb. gonga, góngola) y el log. ganga ‘sobaco’ (i. e., ‘glándula sudorífera’). Este grupo italiano tiene representación dialectal más extensa, y presenta paralelos curiosos con los dialectos vascos (gangaila, gingila, gongoia, gonduru). Para unos y otros es básico el estudio de Schuchardt, BuR 18-19, y para aquellos las notas de Pieri y Bianchi, AGI XV, 215 y X, 378, 394. Está claro que aquí tenemos descendientes del lat. GLANDULA disimilado en *GANDULA, que al perder la U postónica se cambió en *GANGLA; del mismo modo que SCANDLA dió cast. escaña (Aut.), ast. escalla, escaña, pudo *GANDULA dar cast. galla, cat. ganya; algo más incierta es la explicación de lo demás, pero en Galicia y Portugal el grupo nl pudo resolverse en rl, y quizá en el Sur de Francia *GANGLA > *ga?la se cambiaría en *gal?a, *gau?a resolviéndose luego en nh el inusitado sonido de ? ante vocal: una trasposición en condiciones parecidas observamos en el descendiente de SPINŬLA: espiuno en la Ardèche y Drôme (ALF, mapa 477, épingle). A. Thomas, Rom. XXXIV, 200, observa que la forma lemosina gaunha no puede venir de un étimo con GA-, que hubiera dado ja- en este dialecto; esto, que a él le lleva a buscar una imposible etimología germánica, me parece a mí una prueba de que entre la G- y la A debió perderse un sonido, que sólo puede ser la primera L de GLANDULA6.

DERIV.

Agalludo ‘valiente, atrevido’ rioplat., ‘astuto’, ‘codicioso’ (en otras partes de América); galludo ‘especie de tiburón’ [Canc. de Baena, 3 p. 480; Acad. después de 1899, cubano según Malaret], galluda «poisson nommé erissole» (Oudin), de donde el derivado red gallundera ant. [Acad. 1843] (¿corríjase galludera?) ‘la empleada para pescar cazones y otros escualos’. Gallillo ‘úvula’ [Nebr.; 1582-5] y, con disimilación, galillo ‘úvula’, ‘gaznate’ [F. Caballero, La Gaviota; la 2.ª ac. es usual en Almería].

1 La vocal tónica separa bastante esta forma de la castellana, pero el gall. galra forma el nexo; gall. guerlas ‘unos a modo de fluecos, que se hallan junto a las agallas de la merluza, besugo, etc.’ Sarm. CaG. 104v. Quizá la e portuguesa se deba a influjo de otra palabra, acaso cast. guilrio, guirlio, guirrio, oc. guerle ‘bizco’ (¿del gót. DWERHS?), pero la relación semántica entre las dos ideas, a base de la noción de ‘ojo abierto’, ‘abertura’, sólo puede concebirse en una etimología popular, no en una etimología verdadera; sería quimérico querer derivar guelra ‘branquia’ de guilrio ‘bizco’. El judeoespañol greña ‘agalla de pescado’ (Yahuda, RFE II, 358; Wagner, RFE XXXIV, 60-61) es forma intermedia entre el port. guelra y el cat. ganya.―

2 No tengo ejs. medievales de ganya, pero sí de ganyada ‘cicatriz en la cara’ (Eiximenis, ed. N. Cl. VI, 72), que parece derivado de ganya por comparación con la abertura de las branquias.―

3 Ya en la Edad Media (Levy). Hoy tiene el significado ‘branquia’ en los departamentos del Hérault, del Gard (Pastre, Mâzuc, Sauvages) y otros. Por otra parte es ‘mandíbula’ en los Bajos Alpes (Arnaud-Morin) y en los valles valdenses (AIS, s. v. mascella), ‘mejilla’ en los mismos valles (AIS, mapa 182), en el Delfinado, la Corrèze, etc. (Zauner, RF XIV, 400, 405), ‘lamparones’ en la Dordogne y en la Creuse [S. XV o XIV: Thomas, Rom. XXXIV, 200-1].―

4 En un texto publicado en francés por un médico de Montpellier en 1505 sale varias veces la forma gange ‘branquia’ (una vez ganche); A. Thomas, Rom. XLI, 73, quiere derivar esta forma del gót. WANGO ‘mejilla’, y esta etimología ha pasado al REW 9499 y a Gamillscheg, R. G. I, 378, pero es sumamente inverosímil dado el absoluto aislamiento de este presunto germanismo. ¿Habrá que ver ahí el oc. *ganha afrancesado según el modelo de oc. estranha - fr. étrange? Sea como quiera gange debe ir con gaunha.―

5 Zauner admite que un *GABէNA pasó primero a *GAUNA y de aquí se sacó un derivado *GAUNEA> oc. gaunha, pero olvida que el cambio de B en Ȯ no es latino, sino occitano, mientras que el sufijo átono -EA es sólo latino: hay contradicción manifiesta. Dauzat parte de *GAVONIA y compara PAVONEM > oc. mod. pau, PAVOREM > oc. mod. paur, pero éstos son formas muy recientes y gaunha ya se halla en el Elucidari medieval. Además el cat. ganya prueba que se había tomado una mala orientación.―

6 Podría también pensarse en CANNULAtráquea, arteria’ (en Celio Aureliano, S. V), pero esto no nos explicaría la nh occitana, la g lemosina ni el sardo ganga. No hay que pensar en derivar el cat. ganya de GALLA: la nasal no se explicaría; además el descendiente genuino de esta palabra en catalán ni siquiera tiene ll palatal, pues es gala (Costumbres de Tortosa, 389, 404, 416; mall. agala), con reducción regular de la LL doble tras vocal larga.